
Estimados compañeros y estimadas compañeras,
Nos complace informaros de que este año, nuestro Colegio celebra su 180º aniversario. Fundado el 19 de enero de 1845 como “Noble Colegio de Abogados de Reus”, esta institución se ha convertido en un pilar fundamental en la historia de nuestra ciudad y de su comarca.
En aquel contexto de explosión industrial, con una fuerte industria textil y la aparición de sociedades mercantiles que hacían de Reus un importante referente socioeconómico, trece abogados visionarios comprendieron la necesidad de dotarse de un Colegio que apoyara su práctica profesional. Aquellos pioneros fueron: Sr. Sebastián Torroja (quien fue el primer decano), Sr. José Anguera, Sr. Antonio de Argemir y Baldrich, Sr. Juan Casas y Andreu, Sr. Tomás Font y Perramón, Sr. Felipe Font y Trullas, Sr. Antonio de Gavaldá, Sr. José Montagut y Pedret, Sr. José María Morell, Sr. José Montaner, Sr. Antonio María de Oróns, Sr. Félix Rabassa y Ruvinat, y Sr. Abdón Vidiella.
Durante estos 180 años, el Colegio de la Abogacía de Reus ha crecido, evolucionado y se ha adaptado a los cambios sociales, económicos y tecnológicos, consolidándose como un referente en el ámbito del derecho y la justicia. Hemos sido pioneros en la defensa de los derechos fundamentales, en la gestión del turno de oficio y en la asistencia a las víctimas de violencia de género. Asimismo, hemos integrado las nuevas tecnologías, que han revolucionado nuestra profesión, y nos hemos convertido en un modelo para otras instituciones.
En este año tan especial, queremos destacar la importancia de nuestro Colegio en la historia de Reus y de Cataluña. Su trayectoria refleja no solo la evolución de la profesión de la Abogacía, sino también el papel fundamental que ha desempeñado en el desarrollo y la defensa de los derechos de la ciudadanía.
Muchas gracias a todos y todas por formar parte de esta historia colectiva y ciudadana. Vuestro compromiso y esfuerzo hacen que el Colegio de la Abogacía de Reus sea, hoy y siempre, una institución viva y en constante evolución.
Cordialmente,
Sergi Guillén García
Decano del ICAReus